viernes, 20 de septiembre de 2013

1. Capitulo [¿Despechada?]

Cruce la calle sin mirar mucho el tránsito, ya que de ese lado de la ciudad no transitaban tantos autos como del otro lado, donde seguramente me hubiera pasado por encima tres autos, dos motocicletas y un camión con verdura. Lo típico dirían muchas personas. Resultaba que había elegido ese lado por ser el tranquilo y porque necesitaba un café, ahora y que fuera caliente con crema batida. Entre a la cafetería, restaurante, internet y pasamanería. No entendía cómo podía haber tantos negocios en uno, pero mientras me enfocara en el café nada de lo demás importaba. Me senté en la mesa del fondo que chocaba con la ventana y donde mejor pegaba la luz del día, era cerca de las nueve de la mañana. Me había caído de la cama como muchos podrían decir, necesitaba entregar algunos currículos para encontrar un segundo trabajo, ya trabajaba sacando copias donde no me pagaban mal, pero tampoco bien, por eso buscaba un segundo donde me pagaran igual para poder sumar un salario ideal y poder seguir pagando mis cosas como lo llevaba haciendo hace cinco años. 

Y que como era de esperarse había quedado con el sujeto que era mi novio para vernos en este lugar. Había llegado media hora antes así que tendría que esperarle cerca de una hora, nada que hacer, pedí al chico que tomaba pedidos un café ligero con mucha crema unos bocadillos salados, para desayunar por tercera vez… el chico se llama Raul, siempre había trabajado ahí desde que yo sabía que existía este lugar, era hijo del dueño y ahí se dedicaba ayudar todas las mañanas era lo típico… típico…

Suspire después de haber perdido la cuenta de cuantos suspiros había dado, de cuantas veces había acomodado los currículos y claro, después de una hora y media más… ya hasta Raul y sus cabellos castaños desordenados se habían marchado, dejando a la chica poco comprensiva a cargo, tenía cabello negro y parecía que se dedicaba a ocultarse del sol cada vez que podía, no era pálida pero no tenía el bronceado que yo tenía en mis brazos y en los pies… usaba sandalias la mayoría del tiempo así que tenía la forma de la sandalia hecha en los pies. Siempre usaba un moño en lo alto de la cabeza con una parte del frente levantado… 

- ¿vas a tomar más café? O ¿puedo retirar las cosas y tomar la cuenta? - ¿había dicho ya que tenía poco tacto con los clientes? Intente sonreír y negué con la cabeza, a lo segundo.
- Preferiría otro café, estoy espe…
- Si claro, lo traeré – tomo la taza y el platillo donde habían boronas de los bocadillos - ¿más bocadillos? A este paso se los acabara todos, por si lo duda hay más clientes por la tarde también – esta vez negué y me quede callada.

Poco tacto y mal humorada. 

Después de que me había traído el café en la puerta se apareció Nico, era alto llevaba una cierra en el centro de la cabeza, con cabello ya crecido que apuntaba a que pronto se iba a volver a cortar el cabello, los brazos tatuados, pantalones a su medida y una camiseta negra con letras en ingles de alguna banda del tipo de música que el escuchaba nada que quisiera entrar en detalles. Saludo desde la puerta con un movimiento de cabeza y al llegar a mi lado se limitó a sentarse frente a mí, no hubo un saludo amoroso e incluso la chica nos había dedicado una mirada, dudando en acercarse o no… cosa que se me hizo un poco extraña pero al final se dedicó a atender otras mesas. 

- Llegue tarde por un solo motivo – comenzó hablar y le deje tener la palabra por esta vez – sé que te molesta que llegue más tarde de lo normal, pero te has acostumbrado, eso me encanta – a veces me pregunto porque seguía con el – pero no es que te quisiera molestar este día, solo que me quede dormido muy tarde ayer o hoy como quieras tomarlo, he pensado que esta relación no da para más, tú y tus búsquedas de trabajo, no tienes tiempo que ofrecerme y yo necesito una mujer que este ahí para mí…

Y continuo hablando exponiendo sus varias razones para no seguir conmigo, la principal era la falta de mi tiempo, y lo poco que le dedicaba a él. No fui capaz de decirle nada coherente y solo asentí con la cabeza, él se despidió luego de media hora de hablar agradeciendo mi comprensión con el tema y que esperaba que fuera a alguno de sus conciertos en los bares. 

Deje el codo sobre la mesa y mi cabeza recostada sobre mi puño, meditando que era lo que acaba de suceder, en primera me había quedado sin novio, lo que quería decir que iba a tener el departamento para mi sola, lo que me traía a la cabeza si ya había sacado todas sus cosas, el televisor era de él, y me gustaba ver tele por la noche. 

- Aquí está la cuenta y que hayan terminado con usted aquí es de mal augurio para el café – había un pequeño papel en la mesa y ella esperaba, alce la vista y negué mentalmente por eso nunca le dejaba ningún tipo de propina – debería de buscarse otro tipo de pareja, menos raros –
- ¿y ahora sabes mucho? Me imagino que siento tan amable conoces tantos tipos – murmure con cierta molestia sacando el dinero para pagar la cuenta.
- De hecho si, y aprovechando que esta despechada – saco un pequeño papel de su delantal, mire con desconfianza como lo ponía sobre la mesa – puede ir y quizás consiga a alguien más interesante…

¿Qué tipo de persona normal ofrecía esas cosas? ¿Despechada? Me levante y sonreí por ser amable dejando el papel entre mis cosas, de esa forma Salí de la cafetería, seguramente era una broma de esas malas y la dirección daría a algún sitio extraño, incluso donde podrían matarme… eso me ayudaría pero ¿despechada? No estoy despechada… no lo estoy… ¿Por qué?

¿Y la Princesa?

Se supone que las mujeres buscamos a nuestro príncipe azul, es lo que se supone. Que este vendrá en su noble corcel y nos llevara  vivir una vida de ensueño donde todo será perfecto, el problema radica en si el príncipe azul se va… en que piensa que no le dedicamos tiempo… y entonces el príncipe azul ya no satisface las necesidades y buscamos a una princesa…

Sara una chica que anda en busca de un segundo trabajo para poder darse algunos lujos fuera de comida y agua caliente. Fue terminada en una cafetería, dando un mal augurio a la misma, y siendo invitada a una fiesta de dudosa procedencia. Lo que ella no sabes es que el ir a esa fiesta cambiara el resto de su vida, o al menos una parte de ella…

Y con eso, les traigo:
¿Y la Princesa?



Sera el primer Fic que publique, he escrito varios más, pero por cosas de la vida los saque de circulación de internet y que hace mucho no escribo así que este es mi nuevo intento por volver a escribir, espero y dejen sus comentarios :3